"Y así fue, entonces, que los dioses murieron. Entre los gritos de pánico y dolor, los divinos perecieron a manos de Amindael, el dios del tiempo"
"Las razas, antes fieles creyentes de todo aquello divino, ahora yacen en silencio sepulcral junto con sus reinos y sus fronteras, ahora inútiles. Muertos están, pues, quienes los gobernaban y regían sus vidas, desde el monarca más grande, hasta el gobernador más miserable. El mundo yacía en silencio, con sus campos convertidos en cementerios, hasta que de las ruinas de las ciudades y bosques, surgieron murmullos. De los escombros, habitantes del languidenciente mundo resistieron el destino que les arrebató a sus seres divinos, pero carecían de guía y dirección.
Las grandes torres de los elfos ahora no son más que hermosas ruinas cuya historia se ha perdido para siempre, y las ciudades no son otra cosa más que mausoleos, gobernados por la peste y el hambre. Desesperados, los sobrevivientes se han reunido para crear pequeñas colonias, apenas una sombra de lo que sus reinos y sus países alguna vez fueron. Aquellas personas carecen de cualquier posibilidad de reconstruir lo perdido, enfocando sus días en sobrevivir, uno detrás del otro, esperando soportar las inclemencias de un mundo indiferente.
Sin embargo, las leyendas sobreviven. Susurros cargados de miedo y superstición hablan de un ser terrible, un inmortal que engañó a los dioses y provocó su caída. Esos susurros hablan, ahora, de que ese mismo ser aún vive y camina en el mundo, buscando silenciar las últimas voces..."
Cleiss Backford es un paladín de una antigua orden, ahora olvidada, que vive sus días tratando de sobrevivir en un refugio construido entre las ruinas de Erathur. Sin embargo, gracias al descubrimiento de la posibilidad de revivir a un dios, se marcha en busca de una mítica Runa Divina, un objeto imbuido con la fuerza de los dioses, capaz de traer de regreso al dios al que le pertenecía. Sin embargo, Cleiss no es el único ser que busca semejante poder. Entre las altas montañas se encuentra el reino de Vladen, gobernado por Scheilder, el terrible dragón rojo que desea hacerse de cuantas riquezas pueda obtener. Gárula, el meer-daemon que llevó a su especie a pelear a lado de Amindael, yace en un lugar frío y eterno, siendo llamado por una voz que pide por su ayuda. Finalmente y sobre las cumbres nevadas, un misterioso caminante se hace paso en dirección a un pequeño poblado, cuya gente vive apasible.
Tras la muerte de los dioses a manos del dios del tiempo, el mundo ha quedado destruido. Cleiss Backford es forzado a emprender un viaje a recuperar un artefacto antiguo que representaría una esperanza para la gente, sin saber que más fuerzas pretenden lo mismo y que un mal terrible ha nacido en su mundo.